Aquí, la contracara del post anterior dentro del mismo espacio.
Porque estamos; Angeles, Ram y nosotros, dentro del mismo espacio.
Y decir que si este espacio pierde la batalla el que se lleva el premio es el Liberalismo no es un dato menor.
Es "el dato" mayor.
Ram es un comentarista amigo de nuestro espacio. Nos apoya en los blogs del palo. Y cómo!
Su mirada de la cosa es también la mía.
Y cómo es eso?
Es que la mirada de Angeles y la de Ram conviven en nosotros. No como contradicción sino como diálogo interno.
Ese que hacemos con nosotros mismos y proyectamos luego en el intercambio con nuestros compañeros, para crecer en el debate.
No veamos estas miradas como contradictorias.
Quiero remarcar esto que me parece lo más importante.
Esta puja interna fue intensa en el debate de ayer en este blog.
Desde que el mundo es mundo, toda agrupación, todo movimiento la sostiene, inexorablemente.
La vida misma se traduce así.
Uno se posiciona y supera las contradicciones, yendo por la unidad.
Luego, recoge las distintas miradas y las une para elaborar crecimiento.
Del otro lado está lo que tira para abajo. Y para atrás.
Pudo ser mal leído o mal escrito, pero sí tiene que ver y también por sentido común.
A partir del accidente, hay una histeria desatada que es destituyente, se apoya en el desastre, en las víctimas, pero su fin último es la erosión y destrucción de este gobierno; los modos y el ruido generados son histeria (pero fríamente calculada para generar miedos, desazón, desánimo y destitución).
Frente a eso, otra histeria, usé la palabra "urgente" a falta de otra mejor, lo cierto es que para muchos "había que responder" ya, de inmediato, con la urgencia puesta en escena y exigida por la otra histeria.
Mi sentido común me decía y dice que era una trampa caza bobos, y funcionó, la urgencia trajo las respuestas acríticas, las autocríticas y las tan autocríticas que sonaban más a "se pudrió todo, rajemos mientras se pueda" que a otra cosa.
Me pregunto sobre el por qué y la necesidad de entrar en esa urgencia. Lo que pasó en Once no fue sorpresa, se sabía que podía pasar algo así; se podrá decir con razón que no se esperaban tantas víctimas pero, insisto, sorpresa no había.
Tampoco puede sorprender el efecto, el maravilloso estímulo que para los enemigos (opositores es muy poquito) de este gobierno K significaría, la fiesta, histérica, gozoza, implícita en el montón de muertos, que se desataría.
Hasta el martes de la semana pasada, los trenes eran una porquería, viejos, mal mantenidos, peor gerenciados, un barril sin fondo en subsidios y una tortura para los pasajeros, pero que venía "tirando" y la divina providencia jugaba a favor - bueno, doña providencia se tomó un feriado, pasó lo que pasó y aquello que se sabía, lo que hubo y había que hacer, se volvió el eje central, desde ese día en más.
Pero, si ya se sabía, ¿por qué hay que exagerar "la sorpresa"?, ¿por qué la autocrítica debe pasar tan rápido de postergada a feroz?, ¿por qué tiene que darse por válida la histeria de la contra?, por qué hay que entrar en la histeria sin un mínimo de reflexión previa? o, también, ¿por qué la "defensa" debe incluir primero un ataque a las posiciones propias - o mejor dicho, las propias hasta el martes de la semana pasada - por qué?
¿Por qué la insistencia en "que hable Cristina", así tenemos consuelo?. Si uno es más o menos adulto, suele tener más entereza, o sentido práctico, que nunca viene mal. No habla porque no quiere que la hagan hablar de prepo, ¿o es una desconocida y no se saben sus reacciones?
Había un situación sabida - y tolerada y con argumentos para explicar esa tolerancia - bueno, ahora cambió, el precio pagado por esa tolerancia es intolerable y la respuesta no puede, ni debe, quedarse en lo simplemente emocional (ámbito en el que, no casualmente, se apoya la ofensiva contrera)
¿Lealtad?, puede ser, pero capaz que haga más falta inteligencia, discusiones más amplias, sentido práctico y olfato para que lo emocional no anule lo importante.
No se trata de "no sentir", no, se trata de pensar, discutir y diseñar otro esquema de transporte; mercaderías, personas, economías regionales, etc., etc.. Apenas una parva de laburo y de guita (para pedirle al único gobierno con la "sensibilidad" para ponerla, que a cualquiera de los otros comedidos, no le saca ni con cesárea, vea..)